11 febrero, 2008

La sobre explotación del trabajo femenino

La sobre explotación del trabajo femenino en Venezuela, radica en gran parte en la desigualdad de las relaciones entre sexos, la cual forma un segmento del problema social que emana de las normas y valores aceptados por nuestra sociedad. Es de hacer notar, que la desigualdad entre el hombre y la mujer presenta grandes variantes en las distintas sociedades, la falta de autonomía de la mujer tiene importantes consecuencias negativas que se manifiesta en fuertes desventajas en la condición laboral de las mujeres, acompañados de procesos de segregación, discriminación y exclusión dentro de la sociedad. En cuanto a la sobreexplotación del trabajo femenino esta es inherente a las sociedades capitalistas que consolidan el predominio del hombre sobre la mujer, donde las mujeres y niñas se encuentran desfavorecidas en la distribución del poder y del control sobre los recursos materiales, y muchas veces se ven expuestas a situaciones de inseguridad.

Ahora bien, teniendo como referencia la teoría de la dependencia marxista la cual define el concepto de sobrexplotación del trabajo como la desvalorización real de la fuerza de trabajo, respondiendo a las exigencias que plantea en los países industriales. La superexplotación del trabajo viene a ser el rasgo fundamental de las economías periféricas, tal como lo explica Marini (1984).

La mujer en los últimos 25 años ha aumentado su participación en el campo laboral. La Organización Mundial de la Salud indica que la población trabajadora está compuesta de 30 a 60% por mujeres. Su participación es principalmente en la rama de los servicios (sector terciario) la mujer esta condenada a las tareas o funciones femeninas asociadas al trabajo doméstico o labores de carácter asistencial y son minoría las mujeres en los puestos de jerarquía. Todas estas circunstancias desde la perspectiva laboral tienen sus consecuencias e indiscutiblemente, ya que las tareas y profesiones que se consideran “femeninas”, serán inferiormente remuneradas; de esta forma se generan una falsa conciencia en las mujeres, incluso en aquellas con nivel educativo quienes internalizan la cultura patriarcal y la de subordinación. De igual forma cabe destacar que el deterioro del factor trabajo esta asociado a una drástica caída del salario real y una enorme disparidad de este con la canasta básica, la cual ha forzado a las mujeres a buscar fuentes de ingreso para compensar la depreciación del poder adquisitivo de los salarios reales, el deterioro de los puestos de trabajo venezolano, han creado en las dos últimas décadas una disminución absoluta del empleo incrementándose la actividad informal de la economía, donde se observa una mayor presencia femenina, la cual esta asociadas a bajos ingresos, baja productividad, intensificación de la jornada de trabajo y precarización de las condiciones de trabajo.

En conclusión, estas circunstancias, se unen la globalización y el neoliberalismo, el cual afecta a las mujeres; por un lado destaca lo negativo para la economía y el trabajo, y por el otro la condición de género, lo que ha conllevado a que las causales del trabajo femenino se hayan visto condicionadas por el crecimiento de hogares encabezados por mujeres, cambios y modificaciones en la vida cotidiana y familiar, y que las mujeres trabajadoras sean utilizadas por el capital como instrumentos para desmantelar aún más las normas de empleo dominantes, llevando a una precarización más amplia para lo conjunto de la clase trabajadora, incluyendo al contingente masculino. La desigualdad a la cual se enfrenta la mujer para ubicarse laboralmente, no es el resultado de los rasgos inherentes a su naturaleza biológica, sino a la síntesis de atributos sociales bajo los cuales se evalúan las actividades, aptitudes y comportamientos que definan al puesto, los requerimientos para acceder a él, los criterios de promoción y las prestaciones a que las mujeres tienen derecho; esto en competencia con el hombre; debido a la globalización y el neoliberalismo, por supuesto que la desventaja es siempre femenina.

Existe entonces, la necesidad de valorar lo ocurrido donde debemos comprender el viejo paradigma sobre el cual, se estructuró el trabajo, e instituciones sociales que forman el marco de las relaciones económicas y políticas del trabajo como hecho social.

1 comentario:

alirioosorio dijo...

egli
yo en lopersonal pienso que en venezuela se a superado mucho el acceso de la mujer al campo laboral, en todos los niveles socioeconomicos